RESIDENCIAL ZAURAK
Empresa promotora

Residencial Zaurak s. Coop. Mad. Gestiona Ibosa
Estudio de arquitectura autor del proyecto
Morph
Descripción del proyecto
El edificio cuenta con 196 viviendas distribuidas en 10 portales, 3 locales comerciales, un garaje con 305 plazas de aparcamiento para uso residencial y otro con 56 plazas para el uso terciario comercial. En el centro de la parcela se establece un patio de manzana donde se ubica la zona ajardinada y zona de piscina, así como zonas de uso común para la totalidad del edificio. Se ubica en el extremo noroeste del ámbito “Mahou-Calderón”, en el entorno de la Plaza de Francisco Morano, en su encuentro entre el Paseo de Pontones y el Paseo Imperial, ocupando parte de los terrenos donde se ubicaba anteriormente la fábrica de cervezas Mahou. El entorno forma parte de la denominada “Cornisa de Madrid”, caracterizada por el importante desnivel que se produce desde la Puerta de Toledo, hasta la vega del río Manzanares. La Parcela así muestra un importante desnivel en su frente del Paseo de Pontones de aproximadamente cinco metros. El edificio se organiza en dos bloques paralelos al Paseo de los Pontones. El primero se “dobla” en planta para adaptándose a la geometría de la Plaza, y el segundo mantiene una planta lineal enfrentada a un parque de nueva creación, que conecta directamente con Madrid Río. Entre ellos queda un patio de manzana abierto por su lado Oeste, de tal forma que las viviendas cuentan con terraza orientada a sur y enfrentadas al patio de manzana o al parque antes mencionado. Compositivamente, el edificio se amolda a la pendiente del terreno sobre el que se asienta. La diferencia de altura entre los volúmenes permitidos por el Planeamiento, se ha suavizado a través del escalonamiento de las plantas que configuran terrazas abiertas, en el caso del bloque sur serán de uso privativo de las viviendas y en el norte, más elevado, albergan un espacio comunitario de gastroteca y rooftop. El edificio que por un lado se escalona siguiendo la inclinación del terreno, por otro, enfatiza su horizontalidad mediante la disposición de aleros en las líneas de imposta de cada una de sus plantas. Esa horizontalidad se rompe con la disposición de una cornisa continua que remata el edificio en su parte superior, y que sigue la misma inclinación que el terreno sobre el que se asienta. Mientras que en la Plaza de Francisco Morano, próxima a Puerta de Toledo y al casco histórico de Madrid, el edificio mantiene un riguroso orden; según se va descendiendo hacia el Río, se va acomodando suavemente al terreno, mediante la inclinación de la cornisa que rompe el orden impuesto por las líneas horizontales que “atan” el edificio.