Candidaturas Premios ASPRIMA-SIMA 2024
3. Mejor actuación inmobiliaria no residencial

Rehabilitación de la Antigua Estación Internacional de Canfranc

Finalista

Empresa promotora

SUELO Y VIVIENDA DE ARAGÓN

Estudio de arquitectura autor del proyecto

INGENNUS (PROYECTO) Y JOSÉ MIGUEL SANCHO (DIRECCIÓN DE OBRA)

Descripción del proyecto

Contexto: La Estación Internacional de Canfranc se encuentra en el valle del Río Aragón, en la explanada de los Arañones del Pirineo, cercana al paso fronterizo que conecta la Península Ibérica con Europa a través del túnel del Somport. Con esta actuación se pretende recuperar el entorno y dar una nueva vida a las construcciones industriales obsoletas desde hace más de cincuenta años, reabriendo el tránsito ferroviario internacional. Con este proyecto de regeneración urbana se frena la despoblación y se impulsa el turismo, la economía local y la conexión por tren entre España y Francia. Junto a ello, se cuida el patrimonio histórico, evitando la construcción de nuevas edificaciones y aprovechando el potencial de las ya existentes. El entorno de la Estación de Canfranc se sitúa en el valle del río Aragón, próximo al puerto de Somport, paso estratégico de los Pirineos desde la antigüedad. Su éxito como vía de comunicación se basa en su menor altitud respecto a otros pasos pirenaicos, por lo que permanece cerrado por la nieve menos tiempo. Este hecho hizo que, a principios del siglo XX, el valle del Aragón fuese elegido para el paso de la línea ferroviaria que conectaba España y Francia, y se construyese la Estación Internacional de Canfranc. Historia: La idea de un tren que conectara Madrid con París mediante los Pirineos surgió en 1853, y fue en 1921 cuando se inició la construcción de la infraestructura necesaria. Además, se construyeron los hangares francés y español, donde se realizaban los traslados de personas y mercancías de un tren a otro una vez pasado el túnel del Somport hacia el lado español, debido a la diferencia en el ancho de vía. La Primera Guerra Mundial retrasó la apertura de este edificio de estilo ecléctico hasta 1928. Tras su inauguración, Canfranc funcionó como estación internacional hasta 1936, cuando se cerró la boca del túnel y se suspendió el tráfico internacional con motivo de la Guerra Civil Española. Durante la Segunda Guerra Mundial la estación fue testigo del paso del oro nazi, de minerales y de alimentos. Sin embargo, hasta 1970 el transporte ferroviario fue disminuyendo, hasta el derrumbamiento de un puente en el tramo francés, que clausuró la estación al tráfico internacional. Tras este acontecimiento, la línea ferroviaria española seguía en uso, pero su falta de mantenimiento la llevó a un estado casi ruinoso. Antes de llevar a cabo el proyecto, la Estación de Canfranc estaba habilitada para servicios de media distancia que se prestaban desde la infraestructura existente al oeste del edificio denominado Estación Internacional de Canfranc. Con el paso de los años, Canfranc adquirió un papel histórico muy relevante en el territorio aragonés y se convirtió en un punto de interés turístico gracias a la singularidad del edificio, llegando a ser declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón en 2002, y a su vez formando parte del Patrimonio Histórico Cultural Ferroviario. Dado el atractivo cultural y arquitectónico de este edificio, se optó por rehabilitarlo para convertirlo en un hotel de cinco estrellas gestionado por Barceló Hotel Group. Este nuevo complejo hotelero cuenta con 104 habitaciones, restaurantes -dos de los cuales se encuentran en dos vagones rehabilitados-, espacio wellness con piscina y gimnasio, y una biblioteca.