Cada vez más hogares apuestan por la sensación de amplitud, con espacios fluidos y flexibles donde la cocina se funde con la zona de estar. Para ello desaparecen las paredes y se apuesta por paneles de vidrio que permiten que la luz natural fluya, creando ambientes conectados. Los muebles extraíbles también ganan protagonismo, asegurando que cada centímetro se aproveche al máximo.
Más allá de cocinar, este espacio se ha convertido en un santuario donde las personas cuidan su alimentación, se relajan y fortalecen vínculos. Gastronomía y tecnología van de la mano: desde freidoras de aire hasta robots de cocina, los electrodomésticos facilitan el proceso culinario. Y para los auténticos foodies, las librerías con libros de recetas dan un toque de calidez y personalidad, mientras que el café gana protagonismo con cafeteras de última generación y rincones diseñados especialmente para la experiencia cafetera.
En cuanto a diseño, los españoles buscan cocinas con identidad propia. Desde materiales en crudo sin tratar, hasta el encanto de las cocinas tradicionales al más puro estilo inglés, cada detalle cuenta. Arte, naturaleza y diseño se entrelazan: objetos de colección aportan personalidad, rincones verdes con plantas o pequeños huertos suman frescura, y lámparas de diseño sobre la mesa completan el look junto a electrodomésticos de colores vibrantes.
Por último, la principales frustraciones de los españoles en la cocina son el orden, la falta de almacenaje y contar con soluciones que nos permitan ser más sostenibles para reciclar o ahorrar energía.
Si combinamos todos estos ingredientes, seguro que logramos la receta perfecta para que la cocina se convierta en el corazón de los hogares españoles.