Rehabilitación de edificio modernista catalogado para uso residencial. Edificio Condeminas, Paseo Colón 11
Finalista
Empresa promotora
UNIQ RESIDENTIAL
Estudio de arquitectura autor del proyecto
GCA Arquitectos Asociados S.L.P
Descripción del proyecto
Diseñado por el arquitecto Felip Ubach a mediados del siglo XIX y reformado por el arquitecto Josep Pujol i Brull en el año 1860, el edificio Condeminas se encuentra ubicado a primera línea de mar, delante del Paseo Colón, con vistas al puerto, al barrio de la Ciutat Vella, al moll de la fusta y a la montaña de Montjuïc. El edificio, representativo de la arquitectura modernista ha sido catalogado cómo bien cultural de interés local (Nivel B). El diseño de este edificio se ha convertido en un viaje a la arquitectura del pasado, desde entender su composición hasta sus técnicas constructivas en todos los aspectos. En la envolvente, y con ello sus fachadas como primer punto característico, destacan la arquitectura modernista. Fachadas formadas por balcones de piedra y hierro forjado, carpinterías de madera, zócalos de piedra sobre un fondo diferenciado en la calle de la Mercè y sobre un fondo que simula ser piedra en el Paseo Colón. Las molduras rectangulares que componen la fachada que mira hacia el puerto se pintaron de forma aleatoria simulando ser una fachada de piedra de Montjuïc, por lo que se utilizaron los 5 colores característicos de ésta, mientras que la fachada en la calle de la Mercè responde a un acabado marmolado, con betas grises sobre fondo blanco y las características persianas enrollables de madera de la ciudad. Una vez en el interior, encontramos un surtido de materiales diversos, carpinterías de caoba con herrajes modernistas en color oro, paredes de estuco planchado con dibujos florales, pavimentos de piedra y nolla, carpinterías emplomadas con vidrios de colores, techos artesonados de yeso con diferentes grafiados recorren las zonas comunes, barandillas de forja y lámparas de hierro iluminan estos espacios. Uno de los retos más importantes fue adaptarlo a la normativa vigente sin alterar la composición original del edificio. Integración podría ser la palabra clave que se utilizó en cada una de sus disciplinas. Para poder rehabilitar los diferentes elementos, fue necesario adentrarse en su pasado, entender la intención de ese momento, y a partir de ahí reinterpretarlo y reconvertirlo. Cada espacio es único, y la lectura que se hizo fue la de entender todo el conjunto y establecer una serie de parámetros que permitiera entender la transición y el diálogo entre los diferentes espacios. El patio central y la escalera son el núcleo principal del edificio. Este primero, coronado por un gran lucernario que permite la entrada de luz natural, refleja los colores de los vidrios emplomados sobre las paredes blancas con esgrafiados azules que recorren su perímetro. Las escaleras ubicadas a continuación del patio están enmarcadas por un zócalo texturizado de color verde sobre un fondo blanco pigmentado. En la parte central de estas se encuentra el ascensor, rodeado con una malla calada de color negro que permite ver a través de ella. La señalética de cada planta pintada en color con una tipografía que recuerda a la de la época. Se encuentran tres tipos de viviendas en el edificio, algunas de ellas con elementos protegidos cómo los pavimentos de Nolla, los techos de yeso con ornamentos, las chimeneas y los ventanales de vidrios de colores. Todos los elementos originales se han restaurado siguiendo el mismo criterio que el de los espacios comunes del edificio. El resultado final del proyecto es una obra de artesanía, única y excepcional donde todos los detalles han sido objeto de estudio, de análisis y de la reconstrucción.