Rehabilitación del antiguo convento de Las Salesas en Pamplona

Descripción del proyecto

El acceso al jardín del edificio es único para público y trabajadores, abriendo un único hueco en un intercolumnio de la fachada de ladrillo existente. Una puerta permeable da comienzo a un eje que penetra en el edificio tras el cual se ingresa en el vestíbulo principal. El jardín, de carácter público, funciona como transición entre la ciudad y el edificio. La iglesia mantiene su acceso independiente para usos ocasionales en conferencias que se lleven a cabo en paralelo al uso habitual del resto del edificio. En planta baja se disponen los usos de atención ciudadana. En la planta primera se divide el espacio en varias zonas de trabajo: aquellas áreas dedicadas a Infraestructura y Medioambiente, Planificación y Urbanismo se sitúan junto a las fachada sque abrazan el jardín de acceso. Alrededor del claustro se ubican los puestos de Finanzas y Comunicación, facilitando su relación con el área de Recursos Humanos en planta baja. En la crujía norte se colocan las salas de formación, reuniones y una segunda zona de descanso para trabajadores. Un nuevo vestíbulo se sitúa en el antiguo coro del convento. Se trata de un espacio amplio de dos alturas, iluminado por un lucernario lineal desde cubierta, cuya luz resbala por la pared lateral del ábside de la iglesia. El vestíbulo facilita la entrada a la sala de prensa (en el antiguo altar), y el acceso de trabajadores al núcleo de comunicaciones principal. Da también acceso del público a la zona de atención ciudadana, ubicada en planta baja para evitar conflictos entre la circulación pública y privada. Se proyectan tres núcleos de comunicación, todos destinados al persona. El primero se sitúa centrado en planta y optimiza la circulación interna. El segundo, junto al ábside de la iglesia, facilita las comunicaciones internas del ala este del edificio y permite el acceso al sótano y la conexión con el aparcamiento. El tercer núcleo consiste en una escalera abierta que se desarrolla en el vacío del patio del ala oeste, permitiendo conexiones inmediatas entre plantas contiguas. Se mantiene la traza de los tres patios del edificio original, manteniendo los muros del patio del claustro y del tercer patio. En el patio del claustro, corazón del edificio, se transforma la dimensión de los huecos en plantas superiores, rasgándolos y ampliándolos, mientras que los arcos de medio punto en planta baja se mantienen. La materialidad del edificio y el espesor de los muros transforma el carácter de este espacio en el que el público espera a ser atendido, optimizando a su vez las condiciones de iluminación del interior de las oficinas que se organizan entorno a éste. El patio-exclusa (alargado) mantiene su traza original. Sin embargo, se rehace con nuevos muros de hormigón cuya modulación se adecúa a la organización interior de oficinas. En planta baja es ajardinado y permeable. Los tres patios se cubren superiormente con lucernarios y pasan a ser importantes espacios interiores que colaboran con las estrategias energéticas. La iglesia se convierte en un espacio polivalente flexible que, además de servir al edificio, da servicio a la ciudad como escenario de organización de eventos o asambleas. En el antiguo Altar se ubica la sala de prensa, que cuenta con un acceso para público o periodistas desde el vestíbulo principal, y otro independiente para las autoridades.