Pérgolas Bioclimáticas

Las pérgolas bioclimáticas funcionan hoy en día a través de un mando, con el que se orientan las lamas en tres posiciones diferentes: abiertas, a 45º, o cerradas. Cuando están cerradas completamente evitan la entrada del sol y del agua de la lluvia. Esta última, además, se redirige por unos canales y bajantes a través de la estructura de la pérgola, y se filtra por sus pilares laterales.

Para instalar la pérgola bioclimática en tu porche lo más habitual es anclar la estructura al suelo, por lo que es totalmente segura en el caso de que convivas con menores o con mascotas. Y se puede basar en cuatro pilares o en dos apoyando la pérgola bioclimática en una pared, aunque también existen pérgolas portátiles, mucho más inestables y de menor calidad.

Las pérgolas bioclimáticas son una gran opción para los que quieran crear un espacio espectacular en su porche, ya que son el complemento perfecto para las cortinas de cristal Lumon. Además, contribuyen a mejorar la eficiencia energética, reduciendo la necesidad de otro sistema de climatización más caro y contaminante.