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Resumen semana 2-8 de febrero

09/02/2015

Por fin el optimismo decide darse una tregua después de un arranque de año exultante. No es que la semana pasada fuera de duelo, sino que, simplemente, los ánimos parece haberse atemperado. Eso sí, el noticiero inmobiliario no deja de producir buenas noticias –pronósticos, en sentido estricto–, pero en un tono más moderado.

El primero en avanzarlos fue el BBVA, que el lunes 2 apuntó un cambio de tendencia en la financiación hipotecaria. Según el Flash Inmobiliario España de su servicio de estudios, “las ventas repuntan por la solidez de la demanda” y, más positivo aún, “el índice de clima de la construcción residencial […] concluye el año con una mejora de 17,2 puntos respecto al cierre de 2013, creciendo en todos sus componentes, sobre todo en la tendencia del empleo y en el nivel de producción”.

Casi en la misma línea, aunque con unas cuentas reservas, se expresó el Banco de España (BE), que en su informe de Indicadores Económicos, reconocía la caída del crédito a las familias españolas si bien notaba cierta tendencia a la mejoría que podría consolidarse este año. Con todo el descenso del saldo de crédito destinado a la adquisición de vivienda fue de un 4,3% (hasta 584.796 millones) en 2014.

Eso sí, siempre habrá quien vea la botella medio llena, cualesquiera que sean las incertidumbres concurrentes. Si el catedrático de Estructura Económica en la Universidad Ramon Llull de Barcelona, Santiago Niño Becerra, se convirtió desde los albores mismos del crash en su más ardiente profeta, el también economista Gonzalo Bernardos es hoy por hoy el más firme apóstol de la recuperación. La semana pasada lo dejó bien claro en un extenso artículo en Expansión. Resumámoslo: “En el 2015 la recuperación del mercado residencial será una realidad […] no serán brotes verdes, sino una tendencia alcista! […] en 2015, la crisis del mercado residencial más intensa y profunda de las últimas décadas, que asoló durante 7 años a la vivienda en España, ya será sólo historia […] en el 2015 el crédito hipotecario aumentará alrededor del 8%”. Y una conclusión: “Por tanto, nadie debería confundir la recuperación iniciada con la aparición de una nueva burbuja”.

El domingo, otro extenso análisis publicado también en Expansión remachaba los pronósticos de Bernardos. La XXI edición del Pulsímetro Inmobiliario del Instituto de Práctica Empresarial (IPE) repasa las constantes vitales del sector en un tono sobradamente triunfalista: en 2015 la venta de viviendas aumentará un 7.5%, un 2.5% el precio de los pisos, un 7.5% la construcción de viviendas, un 2,5% la concesión de hipotecas, un 5% los visados de proyectos, mientras que el stock se reducirá en 29%.

Lo hay, sin embargo, que prefieren ser más cautos. El asunto del peligro de un repunte de la burbuja inmobiliaria ha dado incluso pie para un editorial. Lo publico el Periódico de Catalunya el pasado martes: “Es importante también que las políticas públicas faciliten estímulos fiscales dirigidos a cuestiones muy concretas, que eviten a toda costa la generación de nuevas burbujas. La memoria es débil, pero no podemos permitirnos nuevos errores de ese tamaño”. Una opinión similar comparte el primer Observatorio de la Valoración de la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV). De acuerdo con su informe el “futuro del ladrillo pasa por el alquiler, la rehabilitación, la adaptación funcional de casas antiguas y segundas residencias, y la mejora tecnológica”.

Peligros latentes o meras suposiciones, lo cierto es que algo se mueve. Lo puso negro sobre blanco el pasado miércoles la consultora Irea, que, en su ‘Informe de inversión en el sector inmobiliario en España 2014, afirma que la inversión global realizada en el sector inmobiliario, incluyendo inversión en activos, deuda y acciones en sociedades mercantiles alcanzó los 23.028 millones en 2014, una cifra que supone un incremento del 330% respecto a los 5.344 millones de 2013. Con vistas al futuro, Irea también cree que «la enorme presión de la liquidez» introducida en los mercados tras las últimas maniobras del BCE alcance al sector inmobiliario.

Irea no es la única que ve propiedades salvíficas al “manguerazo” anunciado por Draghi hace ya un par de semanas. La agencia de calificación Standard & Poor’s, también. De hecho, considera que la inyección de liquidez por parte del Banco Central Europeo (BCE), así como los bajos precios del petróleo, podrían propiciar la recuperación de los mercados de la vivienda de la Eurozona durante el próximo año y no en 2015, que seguirá manteniendo la tendencia deflacionista. En el caso de España, la agencia de calificación espera que los precios vuelvan a crecer un 2% en 2016, en un contexto de tipos de interés en mínimos históricos durante al menos dos años.

La semana se cerró con una renuncia anunciada: la de FCC a vender su participación del 38,9% en Realia. El pasado noviembre la socimi Hispania había lanzado una opa sobre la inmobiliaria cotizada. El magnate Carlos Slim, que recientemente se ha convertido en el máximo accionista de FCC, tiene, por lo que se ve, otros planes.

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