23/03/2015
El dicho –algo adulterado– resume fielmente lo que en términos informativos fue la semana pasada. No han faltado noticias, pero han carecido de la grandilocuencia de las grandes cifras (volumen construido en 2014, variación interanual en el número de transacciones…) y de sus portavoces (Ministerio de Fomento, Instituto Nacional de Estadísticas…). Digamos que ha sido la semana de las pequeñas cifras, casi del detalle, aunque no por eso menos importantes. Como sus hermanas mayores, y salvo alguna que otra excepción que sirve para confirmar la regla, todas han apuntado al mismo lugar: la senda de la recuperación del sector.
La primera en aparecer en escena fue la morosidad hipotecaria, que, de acuerdo con el Banco de España, bajó un 5,85% en el pasado año, hasta situarse en 32.648 millones de euros. Si a este dato, referido a las hipotecas dudosas destinadas a la compra de viviendas, se añade el de los créditos morosos para actividades inmobiliarias, el montante total asciende a 70.728 millones.
Los notarios dieron a conocer que la compraventa de viviendas se redujo un 10,9% en enero, un traspiés respecto a la tendencia dominante en 2014, aunque compensada, en opinión del Consejo General del Notariado, por una estabilización en las ventas. El fin de la deducción fiscal por vivienda habitual podría se la explicación más plausible de esta contracción. En el lado positivo, los préstamos hipotecarios se incrementaron un 11,8% en enero, mientras cuantía ascendió un 9.2%, hasta los 126.989 euros.
Por su parte, el precio del suelo urbano una iniciado, de acuerdo con el Ministerio de Fomento, un ascenso que, en último trimestre de 2014, llegó al 5,2%, hasta situarse en los 155,6 euros, con un repunte del 9,2% en la serie intertrimestral. Los precios medios más elevados se registran en Madrid (536,5 euros / metros cuadrados), Barcelona (527,8) y Baleares (336,7).
También el cemento ha tenido su cuota de protagonismo. Su consumo creció un 8,3% en febrero, según Oficemen, la asociación de fabricantes, hasta las 810.104 toneladas. El acumulado en los dos primeros meses del año es de un 6,6% respecto al mismo período de 2014.
En otro orden de cosas, la semana pasada dejó dos llamadas de atención. Por un lado, la reivindicación a favor de que se construyan pisos a precios asumibles a fin de que los jóvenes pueda acceder a su propiedad. Así figura en un documento elaborado por Asprima en el que se insta a las administraciones a reducir la fiscalidad de la vivienda, que la encarece un 30%, vía impuestos, durante su proceso productivo. Y por otro, el nuevo libro del consultor José Luis Ruiz Bartolomé, escrito en colaboración con la periodista Susana Burgos, Vuelve, ladrillo, vuelve, con el que se “pretende explicar a los españoles el nuevo escenario inmobiliario y cómo aprovecharlo en su beneficio”.