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Los puntos sobre las íes

05/10/2015

Tras el tsunami informativo de hace dos semanas, una aparente calma ha dominado el noticiero de los últimos siete días. La prensa se ha dedicado, más bien, a rastrear pistas con el objetivo de alejar fantasmas pasados. En este empeño, Idealista se ha llevado la palma. El pasado viernes enviaba un aviso a los agoreros de turno: “Seis datos que demuestran que el sector inmobiliario vive una ‘estabilización’ y no una nueva burbuja”, reciba el titular de la noticia. ¿Y cuáles son estas?: 1. No hay un único dato oficial de referencia y los que hay, no coinciden; 2. El número de tasaciones está a medio gas; 3. La exposición de la banca al sector es un 40% más baja; 4. La ratio viviendas hipotecadas/ vendidas es tres veces inferior; 5. La banca presta hasta cuatro veces menos; y 6. Solo se cierra una de cada dos compraventas.

Justo el mismo día de la admonición del portal inmobiliario, el BBVA, a través de su Flash Inmobiliario, señalaba, a contracorriente de cierta opinión mayoritaria, que la vivienda ya se revaloriza en todos los mercados, tanto en obra nueva como usada. La rotundidad del titular se matizaba en el interior con un apunte: que la evolución del precio de la vivienda «confirma que la recuperación no está siendo homogénea, pero sí progresiva». Barcelona es, según El País, la ciudad que esta tirando del carro de los precios. Es allí, al menos, donde más sube el precio de la vivienda: un 7,4% de encarecimiento en el tercer trimestre, con respecto al mismo período del pasado año, frente al 0,2% de Madrid. La conclusión, según el informe de Tinsa, de donde el periódico toma los datos, es que “el proceso de estabilización de precios avanza en medio de una marcada heterogeneidad”. Total coincidencia con el banco.

Así las cosas, las piezas del puzle comienzan a encajar. Si sube la vivienda será porque la demanda empuja. Ergo: habrá que construir más. Y sí. De creer al ministerio de Fomento, el número de visados solicitados para construir nuevas viviendas han aumentado un 27,5% en los siete primeros meses del año, hasta sumar 28.870 certificados. Y como el incremento de los salarios no corre parejo al de la vivienda, hay que suponer, también, que cada vez será mayor el esfuerzo necesario, en relación al salario bruto, para pagar una casa, que a día de hoy, según Tinsa, supone ya 5,8 años (en los años del boom se llegaron hasta los 8,1 años).

Y a destacar, una noticia en clave corporativa: la socimi Merlin ha decidido poner a la venta las 1.519 viviendas que adquirió con la compra de la inmobiliaria Testa.

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