12/09/2016
“Moderación”. Todos los medios se han mostrado unánimes en la elección del sustantivo que resume lo esencial de la última estadística de precios del INE. El motivo: que el precio de la vivienda libre aumentó un 3,9% en el segundo trimestre en tasa interanual, casi dos puntos y medio por debajo del repunte anual del primer trimestre (+6,3%). La estadística ha dejado otra sorpresa: por primera vez en varios trimestres es la vivienda nueva la que tira de los precios: subió un 8,4% en comparación con el segundo trimestre de 2015, frente al 3,2% de la usada.
La estadística del INE incluía otro (mal) dato: el número de viviendas que ha cambiado de manos (compraventa) en el mes de julio aumentó solo un 1,1% con respecto a los meses anteriores (cuando en junio el aumento fue del 23% y en mayo, del 29%). También todos los medios ‘compraron’ la misma causa: la reciente sentencia del Tribunal Supremo del pasado mes de junio sobre el carácter abusivo del tipo de interés de demora de algunas hipotecas. Con todo, los expertos no parecen alarmarse; se trataría de dientes de sierra en una tendencia alcista. El paulatino saneamiento del sector gana enteros en la inversión en viviendas, con alza de precios de en torno al 15% hasta 2021. Por su parte, Asociación Hipotecaria Española (AHE) y la compañía Oliver Wyman pronostican que en 2020 se romperá la barrera del medio millón de hipotecas (en 2010 fue la última vez que ocurrió)
Sin embargo, la coyuntura política comienza a pasar factura. Idealista realizó otra lectura de la estadística del INE para llegar a la conclusión de que la política sí influye en la vivienda: las compraventas se han desplomado en los dos últimos periodos electorales. Así, en enero de 2016 las ventas cayeron un 2,9% interanual, mientras que en julio crecieron un raquítico 1,1%. ¿Casualidad? Por sus declaraciones, el presidente de la APCE parece responder negativamente a la anterior pregunta: ““Las dificultades por formar un Ejecutivo están impidiendo que se tomen medidas para que esta buena coyuntura se prolongue”, afirmó en un desayuno informativo en el que además enfrió las previsiones de subida del precio de la vivienda vaticinada por diferentes organismos y entidades.
Con todo, el optimismo sigue siendo la tónica dominante. Según Expansión, “Barcelona, Madrid, Valencia, Zaragoza y Málaga viven un mini boom de compras de casas para ponerlas luego en alquiler, por la elevada revalorización del ladrillo y porque el arriendo se encarece con fuerza”. Barcelona lidera el ímpetu inversor, ya que el 40% de las viviendas que se venden se destina a la rentabilidad. En la misma línea del económico apuntaba un reciente informe de la comercializadora Tecnocasa, que cifra en un 26% el número de viviendas compradas por inversores en el primer semestre del año.
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