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Cómo pedir una hipoteca y no morir en el intento (idealista.com): Consejos prácticos

08/06/2011

Tras estudiar los elementos que hay detrás de una hipoteca y que determinan el impacto que tendrá en tu economía doméstica, continuamos ahondando en una de las charlas divulgativas que ofreció idealista.com en el marco del Salón Inmobiliario Internacional de Madrid (SIMA), que concluyó el pasado domingo.

En la presentación, titulada «Cómo pedir una hipoteca y no morir en el intento», un experto de idealista.com recopiló los principales factores que las entidades financieras evalúan para decidir si te conceden una hipoteca , las implicaciones de tener una hipoteca, y algunos de los consejos que debes considerar antes de firmar tu hipoteca.

¿Qué analizan las entidades financieras?
Antes de asumir el compromiso que supone una hipoteca, debes hacer una reflexión previa sobre tu capacidad financiera y ser previsor respecto a tu futuro económico y personal.

Antes de asumir el compromiso que supone una hipoteca, debes hacer una reflexión previa sobre tu capacidad financiera y ser previsor respecto a tu futuro económico y personal.

Esencialmente, estudian tres áreas principales: riesgo, precio y vinculaciones.

  • Riesgo: tu estabilididad laboral, tu puesto y la recurrencia de tus ingresos, incluso el sector económico en el que trabajas, son analizados detalladamente por las entidades financieras para saber si eres un candidato idóneo para que te sea concedida una hipoteca; el número de intervinientes o avalistas (a mayores garantías, más posibilidades tienes de conseguir la hipoteca; tu ratio de endeudamiento y otras deudas que hayas contraido; la cuota inicial que aportes a la operación; el potencial como activo de la vivienda que pretendes adquirir; y tu patrimonio, también son observados con lupa por los bancos para evaluar el riesgo de concederte una hipoteca.
  • Precio: las vinculaciones con tu banco (los productos o servicios que tienes contratados a través de él) determinarán el precio de tu hipoteca, además de los diferenciales (a partir de 1,2%), las comisiones y seguros y otros gastos, que debes negociar cuidadosamente, porque supondrán una gran diferencia en el precio final de tu hipoteca.
  • Vinculaciones: las entidades financieras esperan que el vínculo que establezcas con ellas no se ciña exclusivamente a la hipoteca, de modo que conseguirás más ventajas en la negociación de tu hipoteca si tu nómina, las domiciliaciones por recibos, los seguros, los planes de pensiones, etc. también están vinculados al mismo banco en el que contratas tu hipoteca. Es fundamental que, como cliente, estudies bien tus necesidades, es decir, que reflexiones sobre qué seguros son necesarios y qué cubren, si compensa abrir un plan de pensiones en este momento, o si te compensa dejar tu nómina domiciliada en otro banco, para que puedas negociar mejor las condiciones de la hipoteca.

Lo fundamental es que nunca firmes nada relacionado con tu hipoteca de lo que no estés 100% seguro y que no hayas verificado y entendido en toda su extensión. Por otra parte, recuerda conservar una copia de la tasación de la vivienda: es un requisito necesario, que deberás abonar aunque lo gestione el banco, pero que tu podrás utilizar en otras entidades financieras.

¿Qué me supone tener una hipoteca?

Una hipoteca es un préstamo que, además tiene una garantía; es decir, la entidad financiera te presta un monto que debes devolver con sus correspondientes intereses, pero además supone que la garantía de pago de ese préstamos reside en la vivienda hipotecada, de forma que, si se producen impagos, deberás responder con tus bienes actuales y de futuro del valor de la hipoteca. Por eso, es fundamental ser estricto y realista a la hora de decidir si puedes hacer frente a la hipoteca, para evitar males mayores.

Además, es importante domiciliar los recibos de la hipoteca  a una cuenta en las que nunca haya descubiertos, porque es fundamental evitar gastos de devolución de recibos, que generan intereses. Igualmente, si no se puede hacer frente a las mensualidades de la hipoteca, hay que evitar a toda costa los intereses de demora y las listas de morosidad; si prevemos una situación como esta, hay que buscar todas las opciones posibles para ponerse al día en los pagos, dar con una solución consensuada con la entidad financiera, y en un caso extremo, vender la vivienda, que siempre es una opción mejor que el impago y el embargo.

Por todas estas razones, idelista.com hace varias recomendaciones que prevendrán situaciones más difíciles de manejar en relación con tu hipoteca y tu vivienda:

1. Hacer una reflexión previa, antes de adquirir una vivienda y contratar una hipoteca, sobre tu capacidad financiera para afrontarlo, y ser previsor para con tu futuro económico y personal.

2. Preparar toda la documentación y la entrevista con el banco, para conocer bien tus puntos fuertes, y trabajar en los puntos débiles; esto dará una mejor impresión de ti a la entidad financiera.

3. Estudiar las opciones de hipotecas en muchas entidades financieras, y confrontarlas si es necesario en el proceso de negociación.

4. Calcula la cuota de hipoteca pensando en los diferenciales, no sólo en el euríbor, porque este valor puede alterar mucho la mensualidad.

5. Hay que valorar el coste total de la operación, es decir, no lo que pagamos mes a mes, sino la cantidad total de dinero, sumando intereses y el capital prestado, que supondrá adquirir esa casa.

6. Intentar amortizar los intereses lo más rápido posible, para pedir posteriuormente una reducción del plazo de la hipoteca.

7. Disponer de un capital propio extra o de ahorros al margen de la vivienda, para afrontar imprevistos.

8. Dejarse aconsejar, y escuchar opiniones contrarias que nos obligun a reflexionar sobre los pros y contras de la operación.

9. Tener muy claro que una hipoteca no es una desción emocional: es una operación financiera y muy racional, y debe estar basada en datos reales.