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Algunas claves a tener en cuenta para alquilar con seguridad

21/12/2012

Acaba el año y es momento de tomar decisiones para el próximo. Supongamos que hemos decidido optar por alquilar una casa en vez de adquirirla en propiedad. Para ello, es importante evitar cometer errores e ir sobre seguro.  Aunque la ley posibilita que el contrato de alquiler se haga por escrito o de palabra, y ambos tienen validez legal a la hora de demostrar que se ha llegado a ciertos acuerdos, siempre es mejor elaborar un contrato con todos los detalles posibles.

Algunos contratos de arrendamiento de vivienda obligan a hacer un aval bancario para entregar las llaves; hay otros que piden que sea el inquilino el que pague la comunidad de vecinos, y hay algunos otros contratos (cada vez menos) que se hacen solo de forma verbal.

Aunque el papeleo derivado de alquilar una vivienda supone un desembolso menor al de adquisición, lo cierto es que se trata de un desembolso importante, pero también un riesgo para el propietario si no se toman las precauciones necesarias. Son bastantes las cuestiones claves que es necesario tener en cuenta. Algunas, tan  importantes como estas:

1. El potencial inquilino debe comprobar que quien alquila es el verdadero dueño. Para ello, y como señala Idealista.com, ha de cerciorarse en el Registro de la Propiedad. El trámite es rápido y económico. Se trata de pedir una nota simple a un precio aproximado de 3 euros, en la que se revela si quien figura como propietario es la persona que pone el piso en alquiler.

2. El arrendador debe estar seguro de la solvencia del potencial inquilino. Es preferible solicitarle documentación y evaluar así su capacidad de pago. Se le puede pedir copia de nómina, declaración de renta o incluso algún movimiento bancario con el que se pueda demostrar que puede hacer frente al pago.

3. Antes de la firma del contrato es el momento de que ambas partes negocien las condiciones que aplicarán durante todo el tiempo que la vivienda esté ocupada: precio, duración del contrato, quién debe hacerse cargo de diferentes pagos (comunidad, impuestos, seguro) o el pago de los arreglos en caso de averías en el domicilio, etc.

4. Todas las hojas del contrato de arrendamiento deberían ir firmadas por ambas partes. Expertos inmobiliarios y asesores jurídicos insisten en ello, ya que así se puede evitar  que después se introduzcan cláusulas o se eliminen partes que puedan perjudicar al inquilino o al propietario.

5. Junto con el contrato debería ir como anexo un inventario del estado de la vivienda que refleja si la vivienda está vacía, semiamueblada o amueblada, si consta de electrodomésticos, etc.

6. Una vez firmado el contrato, es necesario asegurarse de que el propietario ha depositado la  fianza ya que la ley obliga al casero a depositarla en el organismo competente de la comunidad autónoma correspondiente. Es una forma de que ese depósito esté en terreno neutral y el día que se deba recuperar esa fianza, el dinero esté, con seguridad, disponible.

En los tiempos actuales, el consumidor cada vez tiene más precauciones a la hora de tomar decisiones como la de alquilar un piso. Es bueno tener en cuenta que el mercado del alquiler ha cambiado, por lo que no deje de negociar el precio. Ahora hay posibilidades y muchos propietarios prefieren alquilar su piso con seguridad, aunque sea a un precio algo inferior.

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