Noticias

Las rentas vitalicias inmobiliarias, una inversión que ayuda a los mayores

07/06/2013

hipoteca-pensionLa población mayor de 65 años sigue creciendo en España. A causa de la crisis económica afronta ahora su jubilación con incertidumbre por el futuro de las pensiones y la reducción de las ayudas sociales.

No es de extrañar que el 85% de los ahorros de estas personas se encuentra en su patrimonio inmobiliario, dada la fuerte tradición que hay en nuestro país de tener una vivienda en propiedad. Por ello, comenzar a rentabilizar ese patrimonio en vida se ha convertido para muchos en una salida ante las dificultades económicas.

La renta vitalicia inmobiliaria es una fórmula que permite obtener una rentabilidad del patrimonio inmobiliario, sin dejar de vivir en el hogar. Se trata de un contrato mediante el que el transmitente percibe una pensión durante el resto de su vida, a cambio de la cesión de la propiedad de su vivienda, pero manteniendo el derecho de uso y disfrute de la misma.

Las cantidades recibidas en forma de renta mensual son constantes en la mayoría de casos,  lo que significa que tendrán subidas anuales según la inflación. La operación dura hasta que fallecen los rentistas, aunque los inversores pueden disfrutar de la propiedad antes de este momento si estos renuncian a su derecho de uso y disfrute. El plazo medio de una inversión de renta vitalicia oscila entre los 10 y los 15 años.

Otra de las ventajas para las personas mayores es que con la renta vitalicia se deja de pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), las derramas extraordinarias de la comunidad y el seguro de continente de la vivienda.

El perfil más común de las personas que se acogen a la renta vitalicia inmobiliaria es mayores sin hijos, a los que no les preocupa al fallecer perder la titularidad de su vivienda de cara a posibles herederos.

Desde el punto de vista de los inversores, se abre una nueva alternativa de inversión rentable, segura y con una importante dimensión social, que permite la adquisición de viviendas con un sistema de pago atractivo, sin necesidad de realizar un gran desembolso inicial y, según los expertos, con una rentabilidad nunca inferior al 5%.