20/07/2015
La semana pasada nos dedicamos a comentar brevemente cómo ha cambiado, a favor del solicitante, el mercado de hipotecas gracias a una mejora de la liquidez en el interbancario y a una mayor competencia entre las entidades financieras. Asimismo, nos centramos en lo que consideramos el factor esencial en la contratación de cualquier hipoteca, el diferencial con respecto al Euribor.
Esta semana vamos a profundizar un poco más en el resto de las condiciones contractuales de una hipoteca.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que, por regla general, cuanto más bajo sea el diferencial,mayor será la vinculación que se nos exija para con la entidad.
Averigua qué condiciones tiene la hipoteca que te interesa en lo relativo a:
- Seguros. Lo más común es que tengas que contratar un seguro de hogar y otro de vida. Con el de vida suele haber poco margen, pero en el de hogar puedes ajustar el valor del contenido a asegurar para intentar rebajar la cuota.
- Tarjetas de crédito. Revisa si estás obligado a un consumo mínimo anual con la tarjeta de crédito y en qué cambian las condiciones de tu hipoteca si no llegas a cumplirlo.
- Planes de pensiones. Puede que, además de a contratarlo, la entidad te obligue a realizar aportaciones anuales por una cantidad mínima.
- Ingresos mínimos exigidos al año. Muchas entidades requieren, para conceder una hipoteca con un diferencial bajo, domiciliar unos ingresos mensuales por una cantidad determinada.

Seguros de hogar o de vida, tarjetas, recibos domiciliados…son algunas de las condiciones que los bancos asocian a sus productos hipotecarios. Imagen: descanea.com
- Domiciliación de recibos. En casi todos los casos, el banco te exigirá que domicilies en la cuenta de la hipoteca los recibos de los gastos básicos del hogar.
- Seguro de desempleo. Cada vez es más común que la entidad financiera te obligue a suscribir un seguro de desempleo. Es fundamental que indagues por cuánto tiempo te pagarían la cuota mensual de tu hipoteca si te quedas en paro y bajo qué circunstancias, para no llevarte sorpresas si esto llegara a ocurrir.
- Comisiones. Averigua cuáles son las comisiones de apertura, de cancelación anticipada y de subrogación de tu hipoteca.
- Dación en pago. Actualmente ya hay productos en el mercado cuya única garantía es la vivienda, es decir, en caso de impago, la deuda quedaría cancelada devolviendo la vivienda al banco.
Todos estos aspectos son fundamentales para saber qué hipoteca es la que más te conviene. Nuestro consejo es que no te dejes llevar solo por el diferencial bajo, sino que tengas en cuenta el conjunto de todos los gastos que te va a suponer al año tu hipoteca. Puede que después de pagar todos los seguros, aportaciones, gastos mínimos con las tarjetas y demás comisiones, caigas en la cuenta de que anualmente es más cara que otra con un diferencial no tan atractivo pero que te vincula menos a la entidad y, por lo tanto, a la larga resultará más barata y te dejará disponer de más liquidez todos los meses.
Por último, considera que también puedes optar por una hipoteca a tipo fijo. Cada vez la oferta es más amplia en esta modalidad, que tiene como ventaja el eliminar la incertidumbre que producen las oscilaciones del Euribor y poder planificar mejor el gasto a largo plazo.
Lo mejor es aprovechar esta “guerra de ofertas” para intentar encontrar hipotecas que tengan un valor añadido aparte del diferencial que ofrezcan, es decir, otras ventajas que puedan hacernos ahorrar dinero a la larga y durante toda la vida del préstamo hipotecario. ¡Suerte!