19/05/2015
Comprar una vivienda es la operación financiera más importante de la vida de una persona, y nadie te prepara para el momento en el que te conviertes en propietario de un inmueble. Lo más importante es plantearse una serie de preguntas sobre la compra, sobre el inmueble, y sobre la situación económica de la unidad familiar para saber si la elección es la correcta.
¿Y cuáles son los aspectos sobre los que debes buscar respuestas?
- Precios y mercado: hay dos factores que pesan sobre la elección de una vivienda, especialmente si es la primera: una es el presupuesto o capital disponible, y la otra el lugar en el que se quiere residir. Estos son condicionantes sobre los que hay poco margen de maniobra, aunque es interesante plantearse las opciones de nuestro presupuesto en emplazamientos alternativos. Una vez elegidos los entornos predilectos y las alternativas, es importante estudiar la oferta disponible, los precios y su evolución, para poder negociar de forma inteligente el precio final del inmueble. Gracias a portales de internet como idealista.com, fotocasa.es, o pisos.com, es posible disponer de esta información casi en tiempo real, y comparar opciones.
- Hipotecas e impuestos: con la reactivación del mercado inmobiliario que se ha hecho evidente en los últimos meses, las entidades financieras han iniciado una batalla por ganar clientes a través de ofertas hipotecarias muy agresivas y con diferenciales bajos. La clave para elegir está en el precio final de la vivienda; las cuotas hipotecarias que deberás afrontar en función del valor final de la vivienda, el plazo de liquidación, y las condiciones, ventajas y posibles dificultades que puedan surgir. Lee la letra pequeña y haz preguntas sobe los compromisos que asumes al firmar una hipoteca con una entidad financiera.
Una vez concedida la hipoteca, debes plantearte los impuestos que debes asumir, no sólo en el momento de la compra, sino durante el tiempo en que seas propietario del inmueble, y cuando, eventualmente, la vendas. En el momento en que se lleva a cabo la compra, si se trata de obra nueva, debes asumir el IVA (4% en vivienda protegida, 10% en vivienda libre), y el impuesto de actos jurídicos documentados (0,1% en vivienda protegida, entre 1 y 1,5% en vivienda libre); mientras que si se trata de inmuebles de segunda mano debes hacerte cargo del impuesto de Transmisiones Patrimoniales (del 6 al 8% en función del inmueble y su localización). Como propietario debes pagar al ayuntamiento el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) y otros impuestos en concepto de recargos o servicios complementarios, que dependen de cada localidad. Finalmente, si decides vender tu casa, deberás pagar un impuesto por la plusvalía, es decir, sobre el valor ganado por el inmueble mientras era de tu propiedad (con un tope de 20 años).

Comprar una vivienda implica más gastos que las cuotas hipotecarias. Hacer números es la clave para mantener el equilibrio de tus finanzas personales. Imagen en: angeltiburcio.com
- Ingresos por unidad familiar: la regla de oro de las finanzas personales dice que los gastos destinados a vivienda no deben superar el 30% de los ingresos totales de la unidad familiar. Es importante hacer números, ya que no se trata exclusivamente de pagar una cuota mensual de una hipoteca, sino también los impuestos, gastos asociados a la comunidad, posibles obras o reformas, o incluso, imprevistos, que afectarán a tu presupuesto. Igualmente, es fundamental hacer un plan financiero que contemple mejoras en los ingresos, de forma que el pago de la hipoteca sea cada vez menos oneroso. Se trata de conseguir un equilibrio justo entre el tiempo en que tardarás en cancelar tu hipoteca, los ingresos por unidad familiar y el esfuerzo económico que supone, que debe ser menor con los años.
- Aspectos técnicos sobre obra nueva, rehabilitación y costes asociados: la compra de una vivienda de obra nueva también implica gastos para amueblarla, personalizar y mejorar los espacios; y si es de segunda mano, para rehabilitar y actualizar las instalaciones. En ambos casos, es clave dimensionar los gastos asociados a las obras y mobiliario, y considerar un presupuesto para posibles imprevistos, sobre todo en el caso de viviendas de segunda mano.
- Vecindario, servicios, dotaciones, transportes: la elección de la localización de la vivienda responde, como se apuntó, al presupuesto disponible (capital ahorrado e hipoteca concedida), más la elección del emplazamiento predilecto, o al menos, el que ofrezca la mejor relación calidad precio. Y, ¿cómo se mide esa calidad? Pues depende de las necesidades y preferencias de cada comprador: por eso, debes preguntar a la inmobiliaria o al propietario de la vivienda que quieres comprar por los servicios y dotaciones disponibles, horarios de las tiendas y supermercados, accesibilidad para aparcar, el tipo de ambiente y vecinos de la zona, la seguridad, los transportes cercanos… Se trata de asegurarte de que tu primera vivienda está en un entorno que encaja con tu estilo de vida y preferencias.
¿Qué otras preguntas harías antes de comprar una vivienda? ¿Qué otros factores pesaron en la adquisición de tu primer hogar? Cuéntanoslo en los comentarios del blog, o a través de nuestras redes sociales.