30/03/2016
Siempre que pensamos en la posibilidad de adquirir un inmueble, inmediatamente nos cuestionamos si el actual es el momento ideal para hacerlo o deberíamos esperar a una mejor ocasión.
En general, y según la opinión mayoritaria de los expertos, 2016 será un buen año para comprar una vivienda. Tras los buenos datos de 2015, en el que el ajuste de precios, tanto en vivienda habitual como en segunda residencia, tocó fondo al tiempo que mejoraba la accesibilidad al crédito, se prevé que en 2016 la compraventa de vivienda siga aumentando.
Por supuesto, la mayor oferta aún se centra en la vivienda de segunda mano, aunque cada vez cobra más fuerza la oferta de vivienda nueva, debido al impulso de la actividad promotora el pasado año. La excesivo stock de viviendas en algunas zonas de costa, así como en diversas localidades próximas a Madrid y Barcelona, seguramente seguirá moviendo a la baja sus precios, si bien de manera mucho más moderada que en años anteriores. En cambio, estos se irán incrementando en los principales centros urbanos de España, sobre todo en las grandes ciudades, con Madrid y Barcelona a la cabeza, así como en los destinos turísticos de referencia en nuestro país.

En la grandes capitales y en los principales destinos turísticos los precios de las viviendas están ya subiendo.
En este sentido, desde la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios indican que durante 2016 las compraventas de particulares continuarán al alza, como ya lo hicieran en 2015, ya que los precios se mantienen, más o menos, en los mismos niveles y, sin embargo, hay un mayor acceso al crédito. Por su parte, el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria destaca que 2016 será un buen momento para invertir en un inmueble destinado al alquiler, pues la rentabilidad que ofrece está muy por encima de otras inversiones alternativas.
Además, desde el año pasado las entidades financieras han flexibilizado el acceso al crédito a las familias. Esta tendencia continuará consolidándose en 2016, haciendo que la oferta hipotecaria sea cada vez más variada y haya más competencia entre las entidades, algo que a priori beneficia al cliente. Por supuesto, las condiciones que exigen los bancos para proporcionar crédito se han endurecido desde la crisis y ahora es necesario disponer de ciertos ahorros e ingresos para conseguirlo. No obstante, no es menos cierto que, tras varios años de sequía crediticia, los bancos vuelven a prestar dinero.
Con todos estos factores a nuestro favor, podemos concluir que el actual sí es buen momento para adquirir una vivienda. La consolidación de la bajada de los precios, una oferta de vivienda nueva creciente, el mayor acceso al crédito y la rentabilidad que proporciona el alquiler de una vivienda se perfilan como razones más que suficientes para animarnos a invertir en vivienda durante este 2016.