
16/12/2015
Siempre es buen momento, y más aún ahora durante la temporada de frío, para que dediquemos unos minutos a pensar si estamos haciendo lo correcto en materia de eficiencia energética en nuestra vivienda. Por lo general, a no ser que la vivienda sea muy antigua, no es necesaria una gran inversión para lograr ahorro y confort; hay algunos pequeños gestos que nos pueden ayudar a logarlo sin mayor esfuerzo.
Por simple que parezca, es importante detectar las posibles corrientes de aire que tengamos en nuestra casa e intentar neutralizarlas. Estas pequeñas corrientes pueden hacer que perdamos grados de temperatura en nuestra climatización y tienen fácil arreglo: si son en puertas debería bastar con poner un burlete plástico y en ventanas podemos usar silicona o masilla para taparlas. Asimismo, la carpintería de ambas debería aislar del frío y del calor: lo ideal es instalar ventanas con doble cristal y carpintería con rotura de puente térmico, si no puedes realizar esa inversión, instala protecciones adhesivas (hay una amplia variedad en el mercado) tanto en el interior como en el exterior para evitar pérdidas de calor en invierno o la entrada de aire caliente en verano.
Como apunte, no te olvides de repasar y, si es necesario reforzar, los cajetines de las persianas: también deberían estar bien aislados, ya que son un punto importante de entrada de aire.

Puertas y ventanas, iluminación, agua, temperatura… Gestionar y equilibrar estos elementos harán que ahorres mucho dinero en tu vivienda.
Por último, con respecto a puertas y ventanas, deberíamos adquirir el hábito de cerrar persianas y cortinas por la noche en invierno (evita en gran medida la pérdida de calor) y por la tarde en verano, ya que impide la entrada de aire caliente del exterior.
Cuando se trata del agua caliente, una de las sencillas mejoras que podemos incorporar a nuestra vivienda es instalar grifería monomando en lugar de grifos independientes de agua fría y caliente. También es clave que tanto las tuberías de distribución como los aparatos acumuladores estén bien aislados. En este apartado del agua es importante recordar que instalando pulsadores de descarga parcial en las cisternas de los WC ahorraréis grandes cantidades de agua.
En lo concerniente a la iluminación, es fundamental instalar bombillas de bajo consumo; duran muchísimo más que las habituales y ahorran hasta un 80% de energía. Como hábito a incorporar, intentad ser conscientes de cuánto aprovecháis la luz natural y encended las luces sólo cuando sea verdaderamente necesario.
Por último, recordaros que el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía) recomienda que la temperatura ideal de una vivienda es en torno a unos 24 grados centígrados, por lo que cualquier climatización o refrigeración por encima o por debajo de esa temperatura resultará excesivo y por lo tanto, conllevará un gasto mayor totalmente innecesario.
Esperamos que poniendo en práctica estos sencillos consejos, podáis conseguir un hogar más confortable, eficiente y en el que además podáis reducir el consumo de energía y notarlo en las facturas.