
23/12/2015
Este año que ahora terminamos se perfila ya como el del inicio de la recuperación de la crisis del sector inmobiliario que comenzó en 2008. Después de un largo periodo de incertidumbre e inactividad que ha afectado tanto a los promotores inmobiliarios como a multitud de empresas derivadas de dicho sector, durante este 2015 todos los datos relativos a la compraventa de vivienda así como a la construcción de nuevas promociones, apuntan a una recuperación con bases sólidas para la consolidación de nuevas reglas y productos en este mercado.
Aunque, según un estudio reciente de BBVA, “se parte de niveles muy bajos” este año concluirá con un crecimiento notable en la compraventa de viviendas, por supuesto dejando muy lejos aún las cifras de transacciones y construcción alcanzadas antes de la crisis.
Los principales motivos de esta recuperación han sido la mejora en la situación económica de las familias, el ajuste importante del que han sido objeto los precios y la vuelta a la obtención de financiación por parte de los compradores. Este repunte de las transacciones de viviendas ha traído consigo, según los datos del tercer trimestre, también un ligero aumento de los precios de venta en comparación con el mismo periodo del año anterior. Según el Consejo General del Notariado, durante los seis primeros meses de 2015 se han producido un 7.9% más de compraventa de viviendas que en el primer semestre de 2014, de las cuales el 83% han sido de viviendas de segunda mano.

El optimismo y las buenas perspectivas cierran el 2015 para el sector inmobiliario, y se espera un 2016 muy positivo.
Otro dato positivo para el sector es la mejora de la situación de las entidades financieras. Como poseedores de un gran número de activos inmobiliarios como consecuencia de la crisis, los bancos se habían convertido sin quererlo en grandes inmobiliarias que no gestionaban del todo adecuadamente este volumen de viviendas, locales comerciales, suelos, promociones inacabadas, etc. Durante este año, la mayoría de entidades financieras han conseguido reordenar su estructura de venta inmobiliaria, creando plataformas competitivas y con claros objetivos comerciales, lo que también se traduce en una mayor oferta y variedad para los compradores.
Otro dato clave para la recuperación del sector inmobiliario ha sido, como ya hemos tratado en anteriormente, el aumento de la inversión en vivienda por parte de los compradores extranjeros. Sobre todo en zonas de costa, este tipo de demanda está siendo el principal impulso ya no sólo para lograr vender las promociones construidas, sino para comenzar a construir nuevas viviendas.
Con todos estos datos positivos, los expertos consideran que durante 2016, esta tendencia al alza en el sector continuará. Se espera que tanto el volumen de las ventas como los propios precios sigan esta evolución positiva comenzada en 2015, y que los motores de la recuperación económica y la inversión extranjera sean fundamentales para la consolidación de un sector tan necesario para nuestra economía como lo es el sector inmobiliario.